Ieri l’altro, a Montevideo, moriva Mario Benedetti, uno dei più grandi poeti latinoamericani. Aveva 88 anni. Nel 1973, causa la dittatura militare, aveva dovuto abbandonare il suo paese per dieci anni. Nel 1992 Benedetti era anche comparso in un bel film di Eliseo Subiela, El lado oscuro del corazón, recitando la traduzione di una sua poesia in tedesco.
Ad un certo punto, in quello stesso film, una sorta di 2046 rioplatense, uno dei protagonisti, un francese trasferitosi in Uruguay, dice che il Sudamerica è il caos, il paradiso e l’inferno insieme, un posto dove sai già quello che sarai e dove puoi inventarti all’infinito. Un posto che ha un grande futuro, ma che fa fatica a sopravvivere al suo presente. Un manicomio, insomma, come avrebbe sintetizzato Bolaño. Qui sotto il testo di una delle poesie più belle di Benedetti.
No te salves
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
ni te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo
Enrico Lucca
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